El viceministro de Desarrollo Agropecuario, Carlos Rognoni, acompañó a los productores vía ‘zoom’ y los felicitó por el trabajo que realizan para garantizar la seguridad alimentaria del país. Cortesía, G. Espinosa.
Redacción Digital contacto@frecuenciainformativa.com
Con la zafra de más de 950 hectáreas correspondientes al período 2020 – 2021 a nivel nacional, se da inicio hoy, a la zafra de cebolla en Tierras Altas de Chiriquí, epicentro de la cosecha de temporada seca.
Las fincas Borace, Llanos de Paso Ancho (Hnos. Jiménez) y Alto Los Guerra (José Araúz) fue el escenario donde se desarrolló el programa protocolar virtual que incluyó la presencia del viceministro de Desarrollo Agropecuario, Carlos Rognoni y Ranth Berard, gerente general de la Cadena de Frío, entre otros funcionarios.
Cabe señalar que, el rubro cebolla ha marcado un antes y un después en cuanto a abastecimiento en Panamá. Datos de la Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Altas (ACPTA) revelan que en el 2008 se registró la última producción de 1200 hectáreas de cebollas en Panamá, cantidad suficiente para abastecer el mercado local, al rendir los 600 mil quintales que cubrían el consumo nacional.
Terminada esa cosecha, empezó la baja en la superficie de siembra y por ende en la producción. «El abandono al que fue sometido el agro nacional por administraciones anteriores, la falta de políticas claras para proteger la producción local, las importaciones desmedidas, entre otros factores, influyeron de manera negativa en este rubro”, destacó Augusto Jiménez, vocero de ACPTA.
Pero, desde julio de 2019 la realidad cambió. “Se empezaron a regular las importaciones a través de un trabajo conjunto entre las entidades públicas del agro y los propios productores; se rescató la Cadena Agroalimentaria de Papa y Cebolla, dando un giro en positivo que nos permitió alcanzar la autosuficiencia en el primer semestre de 2020; en el segundo semestre de 2020 se produjo un déficit el cual hubo que suplir con cebolla importada».
La cadena agroalimentaria y el Gobierno están trabajando para disminuir ese faltante en los próximos años. Para el período 2020-2021, las «corridas», reflejan unas 900 hectáreas de producción que deben ser cosechadas para conocer el rendimiento real, representando un repunte importante», explicó Jiménez.
La Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Altas reconoce que estos logros son conjuntos; productores y Gobierno Nacional. Por un lado el trabajo combativo y propositivo de la ACPTA, que decidió invertir en la elaboración de los reglamentos técnicos de calidad para la comercialización de la cebolla y la papa y la Resolución No. OAL-135-DM-2015 del 16 de julio de 2015 que prohíbe la entrada de papa y cebolla importada para consumo humano en las áreas de producción.
Y por el otro, el interés claro del Gobierno del presidente Laurentino Cortizo con sus asesores, así como del ministro Augusto Valderrama junto a su equipo, con la protección del patrimonio fitosanitario de Panamá e impulsar el cumplimiento estricto de los protocolos internacionales.
También es relevante mencionar que, pese a la pandemia generada por el COVID-19, el agro no se ha detenido; «seguimos siendo el mayor generador de empleo a nivel nacional y nos hemos preocupado por producir para la tranquilidad de la población panameña. Somos el único sector que ha registrado un crecimiento, aunque hay algunos rubros que deben esforzarse un poco más para fortalecerse», destacó, Jiménez.
Sin dudas, por ser la cebolla un rubro de alto consumo nacional, motiva a quienes se dedican a ésta actividad a organizarse. En Chiriquí, en 1997 se creó la Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Altas, que a la fecha aglutina a unos 300 productores de la zona.
Finalmente, los productores de cebolla de Tierras Altas, en el marco del inicio de esta zafra 2020-2021, reiteran sus aspiraciones: alcanzar nuevamente la autosuficiencia para cubrir la demanda nacional en los próximos 2 años, fortalecer la cadena agroalimentaria y que el Gobierno Nacional siga recuperando la confianza del hombre del campo, para incrementar las hectáreas de producción y seguir trabajando de manera mancomunada.