La Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia Católica atendió a los productores en horas de la tarde.
Por: Darío J. Fernández
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Finca Malagueto se convirtió esta mañana en el campo de batalla, entre los productores defensores de las tierras del distrito de Barú, antimotines y unidades de SENAFRONT, dejando varios heridos de ambos bandos.
Para cumplir con una orden de desalojo, emitida por la jueza de paz Ulsana Valdés, la fuerza pública llegó a Finca Malagueto, alrededor de las 9 de la mañana e inició el ataque, mientras, los agricultores se defendieron; “estamos resistiendo la embestida con piedras y palos, la policía se ha replegado”, relató Marvin Wilcox, dirigente.
La Policía Nacional comunicó que “dos unidades resultaron heridas con armas de fuego, que los vehículos presentan golpes de bala y que encontraron artefactos explosivos caseros”.
Según la dirigente, Inés Guillen, “la única arma que tenemos es la presencia de Dios y las piedras que hemos recogido de la calle”.
El saldo para los agricultores fue un herido de perdigón y dos de bala, uno fue trasladado a un hospital de la localidad y los otros dos se resisten a buscar atención médica.
Los manifestantes aseguraron haber recogido residuos de perdigones y algunos casquillos de 9 milímetros que guardaron en bolsas plásticas.
Marvin Wilcox aclaró que están abiertos al diálogo, siempre que los respeten como propietarios, mientras, están dispuestos a defender “con la vida” sus derechos.
Los productores, quienes han cultivado las tierras en disputa por más de veinte años, permanecerán en la entrada de Finca Malagueto para impedir la entrada de cualquier vehículo de la empresa Banapiña S,A. o de la Policía Nacional hasta que se llegue a un acuerdo.
